El cambio de uso en viviendas se refiere a la modificación del destino original de una propiedad residencial para adaptarla a un uso distinto, como por ejemplo, convertirla en un local comercial, un estudio profesional o una oficina. Este proceso implica obtener los permisos y licencias necesarios por parte de las autoridades competentes, cumpliendo con los requisitos legales y normativas vigentes. El cambio de uso en viviendas brinda la posibilidad de aprovechar al máximo el potencial de una propiedad y adaptarla a las necesidades específicas del propietario.

El cambio de uso en viviendas puede tener beneficios tanto para propietarios como para la comunidad. Por un lado, permite una mayor flexibilidad en el uso de la propiedad, ofreciendo la oportunidad de emprender actividades comerciales o profesionales desde el hogar. Esto puede generar ingresos adicionales y facilitar la conciliación entre vida laboral y personal. Por otro lado, el cambio de uso puede contribuir al desarrollo económico y revitalización de determinadas áreas, al fomentar la actividad comercial y generar empleo. Sin embargo, es importante tener en cuenta las regulaciones locales y evaluar cuidadosamente los impactos y requisitos asociados al cambio de uso en viviendas.